Cate Blanchett covers Mujer Hoy Spain + Ellen von Unwerth’s VON magazine

Hey Blanchetters!

Two more covers to be added to our 2019 collection! Cate Blanchett is featured in two new magazines. First, we have the latest issue of Mujer Hoy in which there is a promotional interview for Sì Fiori and Armani Beauty. Then the long waited photoshoot by Ellen von Unwerth made last year during Cannes Film Festival that will be featured on the n°2-2 of Ellen von Unwerth’s VON magazine, the cinema issue, available in May. Take a look!

Cate Blanchett: “Este es un momento decisivo y fascinante para todas”

Las mujeres no pueden dejar de mirarla. Lo tenemos comprobado. El famoso vídeo viral en el que la actriz Kathryn Hahn observa embelesada a Rachel Weisz se queda corto ante el efecto Cate Blanchett. La primera vez que observamos el fenómeno en Mujerhoy fue hace casi una década. A las puertas de una fiesta de gala en Ginebra, Cate conversaba con unos amigos, magnífica y etérea. Todas las mujeres que pasaban a su lado la recorrían de arriba abajo con la mirada. No eran celos, era admiración en estado puro. Los hombres, sin embargo, no se sentían impelidos a mirar.

Las pruebas irrefutables nos las ofreció la prensa internacional en Londres hace apenas unas semanas. Fue en la cena de presentación oficial de Sì Fiori, el nuevo perfume de Giorgio Armani del que, por supuesto, es musa. A los postres, la actriz se sentó unos minutos en cada una de las mesas para charlar con los invitados, una mayoría abrumadora de mujeres. A su alrededor se formaba un corro de rostros absortos, miradas de fascinación, algunas bocas abiertas y gestos de asentimiento absoluto. “Todavía tengo dos horas de coche hasta mi casa en el campo. Estoy encantada con mi jardín, está inspirado en el trabajo de Darwin”, era el tipo de cosas mundanas que relataba Cate. Y la audiencia asentía entregada, como si le escucharan recitar Shakespeare solo para ellas.

Cálida y cercana
Nadie es inmune al hechizo de Blanchett. En las distancias cortas es imposible no dejarte llevar por ese timbre cadencioso, por esa presencia imponente y serena. De sus respuestas educadas se puede inferir que su familia está por encima de todo; que su concepto de la belleza va más allá de aplicarse cremas; que el cuidado del interior es lo que se muestra en el exterior (un mantra que lleva a rajatabla); que, como a los hobbits de la Comarca, un paseo por los alrededores de su casa en la compañía adecuada es una experiencia tan plena como cualquier viaje a un destino lejano. “Es mi idea de un día perfecto: salir al campo con los niños y los perros, y que la jornada termine de una forma inesperada y sorprendente que no habrías imaginado al despertar”, asegura. La normalidad hecha perfección rural.

Cate y su marido, el dramaturgo Andrew Upton, se trasladaron a vivir a la campiña inglesa de Sussex hace un par de años. Con ellos vinieron sus tres hijos adolescentes (Dashiell, 17; Roman, 15; e Ignatius, 11) y su hija adoptada de cuatro años, Edith. Un cambio de registro tras casi una década asentados en Sidney que le ha permitido volver al West End de Londres con obras como When we have sufficiently tortured each other, de Martin Crimp. Un contrapunto crudo y transgresor al extensísimo repertorio de una actriz que, como le dijo una vez su hermana Genevieve, se funde con cada personaje hasta que ella misma desaparece completamente de la escena. Y solo quedan reinas legendarias, elfas mitológicas, diosas escandinavas, amas de casa en crisis moral, sexual y social, damas de alta sociedad venidas a menos…

Mujeres al poder
Ella, que las ha interpretado a todas (y se ha hecho con dos premios Óscar por el camino), entiende que las mujeres están ahora en una encrucijada. “Es un momento decisivo y potencialmente fascinante para todas. Estamos en el proceso de convertirnos en algo. Pero no solo nosotras, creo que tenemos que llevar a los hombres a nuestro lado. Lo realmente apasionante de este preciso momento de la historia es que se ha escuchado a las mujeres. Pero no como individuos concretos, sino como grupo. Lo que estamos aceptando es que somos seres humanos increíbles”. Lo dice con la sabiduría de los 50 años que cumple el 14 de mayo.

Justo ahora, Cate se convierte en la nueva imagen global de Giorgio Armani Beauty. Eso significa que, además de encarnar a la heroína optimista, elegante y todopoderosa de la familia de fragancias Sì, también va a ser embajadora del maquillaje y del tratamiento de la firma que pilota el creador italiano. “El último de los grandes de la moda, ahora que hemos perdido a Karl Lagerfeld”, apunta

Sabe que el cine del que es estrella indiscutible ha ayudado al genio a definir un nuevo tipo de feminidad. “Su estética me influyó mucho antes de conocerlo”. Lo dice porque el diseñador fue la piedra angular de su armario con un traje de chaqueta gris que se compró con su primer sueldo cienematográfico. Todavía lo conserva. “Trabajar con el señor Armani ha sido uno de los grandes privilegios de mi vida”, afirma. “Lo que adoro de cómo ve el mundo es que no pierde jamás la curiosidad. No es una presencia creativa estática”, añade.

En la moda y también en los aromas: “A través del perfume que llevas estás invitando a los demás a descubrir tu particular mundo emocional. Es algo muy privado”, postula. Y esas sensaciones la devuelven a la infancia. “De niña me escondía en el armario de mi madre para pensar a oscuras. Su ropa emanaba esa fragancia tan suya. Era peculiar y muy glamourosa. Porque, por supuesto, cuando somos niñas, nuestras madres son siempre las mujeres más elegantes de nuestra existencia”. Una distinción que siempre ha marcado con unos labios rojos. Hasta ahora. “Es curioso, porque solía ser mi esencial de todos los días. Es un tono que claramente te sitúa en el mundo y que dice: “Aquí estoy yo”. Pero ahora apenas lo uso. Quizá en una alfombra roja. Pero soy mucho más de nudes rosas”, concluye.

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